Y qué hago si te vas?,

qué hago con tu presencia?,

con qué me quedo? …

De hecho, no se sí tienes un testamento…

 

Ojalá algo me heredarás…

tal vez una preciosa alhaja,

unas finas cucharas de plata,

un valioso cuaderno de memorias

o unas bellas fotos centenarias…

 

Cualquier cosa sería poco,

tal vez mucho sería nada…

 

Porque sí te vas, te lo llevas todo.

Si te vas, para no regresar en este día finito,

amándote como te amo,

lo que anhelo es reencontrarnos en el más allá.

 

Conversaremos y  reiremos de mil  ocurrencias,

mientras nos arrulla el eterno vaivén

de nuestra colorida hamaca,

bajo la sombra de alguna  ceiba celestial.

 

Escrito a mi madre abuela Melba Ruth Fajardo

01.05.14 12:30 am.