que explotan para la riqueza de un puñado,
hermosean preciadas joyas y ostentosos objetos
de unos cuantos..
Esas que explotan sin fin,
en donde la tierra yace hueca, moribunda y sedienta… A esas las soporto, legales o ilegales,
de ahí comen muchos… Pero las otras, esas otras…
las minas que quiebran, que descuartizan,
las de la guerra, las del conflicto,
las abomino… Esas también explotan sin fin,
depredando sin piedad al labriego
y matando al inocente pequeño
que cruza la ladera para ir al colegio. Minas asesinas que muerden a sangre a los soldados,
que mutilan los miembros de los campesinos…
Infames silentes, no le vuelan las piernas
a quienes las siembran, asesinos…
Minas que quiebran y desmembran los sueños del campo,
que burlan y profanan la tierra…
Quiero soñar un sueño,
que esas minas ya no fuesen más sembradas,
que las que se ocultan en tierra,
gritasen su escondite
y diéramos fin a la desgracia de esta infamia.
