De día los verdes saludan, los árboles se abrazan de lado a lado de la carretera, formando increíbles túneles, semejantes a portales en el tiempo. El húmedo asfalto hierve, mientras se evapora dibuja siluetas aceitosas que a lo lejos no son menos que visiones y alucinaciones desérticas. De noche, la luna junto a las luces reflectivas, marcan la salida. Aunque ella, cálida y serena, me lleva y me trae, entre historias, viajes y leyendas… Soy dueña de mi destino… Escrito en Palmira Valle — Octubre de 2013.
“ELLA Y YO”
Viajo y contemplo el camino,
el largo recorrido,
no luce tan extenso,
cuando está conmigo.