Tulipanes de media noche, no de día, ni de mañana,
no lucen bajo el sol, ni junto a la ventana.
Son tulipanes rojos y amarillos, que brillan bajo
los párpados soñadores y somnolientos.
Son los que saben a dulces caramelos
mientras se saborean sus pétalos.
Inhalar y estornudar, el juego del sentido más inhibido.
Son caricias olfativas de sus tulipanescos ombligos.
Polen que no es afamado, ni de rosas, ni camelias,
no es de ni jazmines, ni de azucenas.
Es el deleite profundo, el mismo que admiro y respiro,
cuando imagino tulipanes mientras los veo
y sueño tulipanes mientras te miro.
010914-12:08
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