“La actitud como factor determinante frente al Cambio”

Por Nadia Freire. Marca Registrada 

Octubre 6 /2010  

 

INTRODUCCION:

El cambio es una condición permanente que circunda al ser humano, siendo positivo o negativo según la aceptación del individuo. El cambio en sí mismo puede constituirse en un instrumento de invaluable aprovechamiento y de crecimiento personal dentro de los roles que ejercemos día a día cuando se supera o se descarta la etapa de la resistencia.

POSITIVO O NEGATIVO, UN ASUNTO DE PERCEPCION

Así como las baterías  tienen dos extremos que se complementan, una carga positiva y una negativa,  el cambio puede ser percibido como positivo o negativo, determinando la posición que se adopta frente a las situaciones que involucran directa o indirectamente a los individuos y a las instituciones que constituyen la sociedad.

Más allá de los postulados y las teorías [1]reformadoras que han preparado a las organizaciones para identificar, recibir y afrontar el cambio con éxito y de forma competitiva, en la actualidad se goza de abundante información que consolida el cambio como un elemento esencial del ser, partiendo de su necesidad de autoexploración y reconocimiento como protagonista determinante en su entorno, sea cual fuere su rol.

“Los tiempos han cambiado”, dicen los padres con insistencia, ilustrando que las condiciones de antes solían ser mejores, más prosperas o con mejores oportunidades. Antes todo lucía mejor, el dinero rendía más, había como “levantar una familia numerosa”, existía menos violencia y definitivamente los jóvenes respetaban a los mayores. Con mayor énfasis dicen los abuelos: “todo tiempo pasado fue mejor” y cuestionan con un halo de nostalgia y algo de desconsuelo, las condiciones actuales de la sociedad y de la cotidianidad a la cual pertenecemos.

Hemos vivido un vuelco contundente en los últimos años, un cambio tras otro, justo cuando parece que se logra el establecimiento de las nuevas circunstancias, normas y condiciones… llega el cambio otra vez.

Positivo o no, el cambio está aquí, es inevitable e ineludible. Y así sucesivamente hombres y mujeres sin alguna distinción, hacen parte del ciclo del cambio, el cual nos acompaña desde el nacimiento, desde el mismo instante en que salimos del vientre de la madre, tan expuestos y vulnerables por el abandono de nuestra zona segura, sin embargo envueltos en una dualidad asombrosa, porque nacemos potencialmente fuertes y resistentes a lo por venir, “resistentes o fuertes” frente al cambio.

 

CAMBIO FRENTE AL CAMBIO

El cambio está en todo, es ineludible.

Todo cambia. Como dijo Antoine Lavoisier[2] precursor de la química: “La energía ni se crea, ni se destruye, solo se transforma”. Nos recuerda que el mundo se mueve en una permanente transformación, por lo cual hacemos parte del cambio directa o indirectamente y hasta aquello que parece estático, puede estar cambiando silenciosamente dentro de un proceso evolutivo.

Cambia la moda, se trastorna el clima, las relaciones interpersonales inician y se acaban, más divorcios o menos matrimonios, los gobernantes son elegidos o destituidos, las familias crecen o se reducen, los infantes se hacen jóvenes, los jóvenes se hacen adultos y los adultos envejecen un poco más, los objetos se reemplazan, las posesiones se valorizan o se deprecian, los artículos se sustituyen, el dinero se devalúa, las empresas se expanden, se fusionan o simplemente quiebran, el cuerpo y el rostro pueden cambiar gracias a las cirugías estéticas y la realidad ya puede ser real o virtual… todo cambia.

Como dice Mercedes Sosa en su canción: “Cambia lo superficial, cambia también lo profundo cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo, cambia el clima con los años, cambia el pastor su rebaño y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño”.

 

“Si todo cambia, vale la pena contraponer la fuerza particular contra la fuerza general de lo cambiante?. Resultaría desgastante e infructuoso constituir una rebelión indefinida si al final  es mutilada  la propia condición de innovación y de adaptación del ser humano”  NF

 

RESISTENCIA,  INSISTENCIA O PERSISTENCIA

Al hablar de resistencia, hay  dos opciones en la interpretación  de su definición, una es la percepción positiva que expresa “una fuerza

sostenida” y varios significados que denotan  una definición negativa que expresa rechazo.

Algunas definiciones de la palabra Resistencia (según la Real Academia de la Lengua Española): (1) Tolerar, aguantar o sufrir. (2) Durar (3) Dicho de una persona: Oponerse con fuerza a algo (4) Dicho de una cosa: Oponer dificultades para su comprensión, manejo, conocimiento, realización.

La resistencia o rechazo al cambio, impide la experiencia de un proceso de  construcción personal y  grupal, el progreso y la experimentación, la realización y la proximidad de resultados que pueden redundar en beneficios no estimados en un principio.

Hoy existe una  variedad de posibilidades e instrumentos formativos y correctivos, que invitan a un estudio concienzudo de  ciertas conductas humanas, abordando campos y tareas que parecían una observación exclusiva de los profesionales de la salud y de los Coaching´s  Institucionales, los cuales brindan asesoría para edificar una visión positiva y edificante hacia el cambio.

Es una realidad, el cambio está con nosotros, no es una novedad, se ha hecho una constante, más aún en una sociedad sedienta de reconocimiento, donde cada vez hay un nivel mayor de exposición, una ambición mayor a nivel adquisitivo, profesional, académico y social, edificado sobre estándares que cada vez son más complejos y elevados.

Esta visión  constituye una clave de éxito respecto a la participación activa y eficaz, en los procesos transformadores que incluyen a las comunidades, cobijan a las asociaciones y finalmente transcienden gracias a los individuos.

El factor de cambio y sus elementos complementarios, generalmente no pueden ser escogidos, sin embargo la actitud y “la posición asumida frente al cambio, sí son de total escogencia”. Ese es el factor diferenciador de las personas que obtienen un mayor crecimiento personal y profesional, que mejoran su condición actual, así como de las empresas que logran cometidos rentables y estructurales, cosechando con éxito representativos beneficios tras un acompañamiento bien dirigido hacia la aceptación del cambio al interior de sus equipos de trabajo.

“La resistencia al cambio no excluye a quien la asume, del entorno que lo involucra y de la responsabilidad que conlleva sus deberes frente a los demás y frente a sí mismo, representando un aporte de equilibrio en cada institución en la cual participa” NF

 

• [1] Kurt Lewin, Psicólogo polaco nacionalizado estadounidense. Nació el 9 de septiembre de 1890. Reconocido como el fundador de la Psicología Social moderna. Su “Teoría del campo”, estudia las variaciones individuales del comportamiento humano con relación a la norma. Afirma son condicionadas por la tensión entre las percepciones que el individuo tiene de sí mismo y del ambiente psicológico en el que se sitúa, el espacio vital.

[2] Antoine-Laurent de Lavoisier (París,  agosto 26 de 1743 —  mayo 8 de 1794 ) químico francés. Se le considera el padre de la química por sus detallados estudios. Estableciendo su famosa Ley de conservación de la masa.